CUANDO EL BRAVO ERA NAVEGABLE
Es importante mencionar que en una época el río Bravo era
navegable. Por el año de 1846, los
invasores norteamericanos trajeron los primeros barcos de vapor, llegando hasta
Laredo en julio de 1847. Se considera que fueron 113 barcos de vapor (pequeños
y de poco calado), los que surcaron por el río Bravo, estos barcos eran de los
llamados “vapor de río”, “estimbote” o “packet boat”, poseían una máquina de
vapor en su interior que les permitía mover una rueda de paletas de madera,
horizontales, cuyo movimiento impulsaba al barco.
Su casco era de madera e invariablemente, además de la
rueda de paletas, su característica principal era la chimenea que
constantemente lanzaba hollín, lo que a veces era una molestia para los
viajantes. Estos vapores atracaban en las márgenes del Bravo donde las
condiciones se lo permitían, desde Puerto Bagdad hasta donde les era posible
llegar, según las condiciones del río, servían como un excelente servicio de
comunicaciones.
El primero fue el Aid
que entró río arriba en 1846, el Corvette
fue famoso por haber transportado a Zacarías Taylor y su estado mayor desde
Matamoros a Camargo, otro fue el Mayor
Brown, pero los más famosos fueron el Bessie
y el Santiago.
Se estima que el 16 de julio de 1903, el vapor Bessie
realizó la última de sus 285 travesías hasta Camargo, transportando pasajeros y
mercancías diversas. El pequeño poblado de Santo Domingo, que se encuentra
prácticamente en la ribera del río Bravo, fue el breve enlace entre La Sauteña
y Puerto Bagdad, donde arribaban los pequeños barcos de vapor, en una pequeña
playa del río, cerca de lo que hoy día es la compuerta de El Retamal.
Cronista Riobravense, 21 de noviembre de 2013
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