La
toponimia es el estudio del origen y significado de los nombres propios de
lugar
Foto:Enrique Esparzza |
El
nombre de la ciudad y municipio de Río Bravo, es un término descriptivo cuyo
factor extra lingüístico se encuentra indudablemente en la realidad geográfica
de la región. La nominación es de índole hidrológica, es decir, hidronimia,
debido a que obedece a su relación con la existencia de una corriente natural
de agua continua, cuyo caudal se origina en las montañas de Colorado y Nuevo
México, en los EE UU y que desemboca en el Golfo de México. Esta corriente se
encuentra unos kilómetros al norte de la ciudad, marca el límite del municipio
y a la vez el límite internacional de nuestro territorio mexicano. Este curso o
torrente es un río que para 1598 ya se conocía a
su área baja como río Bravo.
La
ciudad de Río Bravo originalmente fue denominada Colombres por su fundador, el
accionista mayoritario de la Compañía Agrícola y en Comandita La Sauteña, el
empresario español Iñigo Noriega Laso. Lo anterior, es concluyente al observar
las postales familiares que se enviaban desde el poblado a la Ciudad de México,
donde al reverso de éstas se puede leer Colombres. Sin embargo, el nombre
actual de la ciudad y municipio, está relacionada con el ferrocarril, aunque
parece que en el sitio había un rancho llamado San Francisco.
La
antigua estación de bandera de 1883, del ferrocarril de vía angosta, se instaló
en un lugar conocido entonces como El Crucero, debido a que en dicho sitio se
encontraba un cruce de caminos. Esta estación fue denominada El Ebano, en razón
de que en dicho lugar estaba un árbol de ese tipo. En 1902, al ampliarse a vía
ancha el ramal ferroviario y extenderse hasta la ciudad de Monterrey, se
construyó la estación de madera, que conservó el mismo nombre.
En
el año de 1907, la Compañía Nacional del Ferrocarril Mexicano, tenía en la
región noreste de México problemas con el movimiento de paquetería en dos
estaciones, la Estación Ebano en San Luis Potosí y la Estación Ebano en
Tamaulipas.
Debido
a lo anterior, la empresa ferroviaria determinó cambiar de nombre a una de las
estaciones, decidiéndose por la de Tamaulipas, debido a que el tráfico en la
estación potosina era más activo.
Don
Iñigo Noriega propuso a la Secretaría de Fomento, del gobierno federal, el
nombre de Estación Colombres, que era el nombre del pueblo. Por su parte, la
empresa ferroviaria propuso el de Río Bravo, que finalmente fue el aprobado por
dicha secretaría.
Con
el paso de los años, el uso del ferrocarril, por ser el medio de comunicación
más importante de la época, hizo que las personas identificaran al lugar, más
por el nombre de su estación que por el nombre del pueblo, hecho que se
manifiesta con claridad en la primavera de 1913 durante la revolución
carrancista, donde la crónica ofrece testimoniales en los que el poblado es
conocido como Río Bravo.
En
1925, la conformación del núcleo ejidal cuya cabecera sería el poblado,
reafirmó la característica de su denominación, nombrándole por sus fundadores
Ejido Río Bravo.
A
lo anterior, hay que añadir que en 1926 el Cabildo de Reynosa reconoció como
Congregación a este poblado, lo cual no deja la menor duda sobre su
reconocimiento legal por una autoridad al nombre del lugar, hecho significativo
sin duda y que dio la pauta para que en el Decreto 53, publicado el 27 de diciembre de 1961, por el Gobierno
de Tamaulipas en el Diario Oficial, se conceda la emancipación de un nuevo
municipio denominado Río Bravo, cuya cabecera municipal sería la Ciudad de Río
Bravo.
De
lo anterior, se desprende que la evolución de la nominación toponímica es
bastante interesante, cuya raíz es la
designación o denominación de un objeto, en este caso la estación, para
diferenciarla de otra, lo que trajo como consecuencia que el uso tradicional de
identificación de la estación, se impusiera sobre el nombre impuesto al poblado
por su fundador. Esta costumbre y práctica cotidiana de las personas sobre el
reconocimiento de un sitio para identificarlo con claridad, hizo que de manera
natural se convirtiese en nombre propio de la localidad y posteriormente, del
municipio.
Agregado.
No es lo mismo: escribir río
Bravo que Río Bravo. En el
primer caso se refiere al nombre propio
del río que en todo caso es Bravo, por lo que escribir Río Bravo para
denominar al río es incorrecto; río debe escribirse con minúscula y Bravo con
mayúscula.
En el segundo caso,
lo correcto es definir si la referencia es a la Ciudad o al Municipio. En ambos casos debe escribirse Río Bravo,
ambas palabas con mayúscula porque unidas
denominan un nombre propio, que no es el del río.
Tomado
de: Monografía de Río Bravo, Tamaulipas. García Báez José María.
Colegio de Historiadores y
Cronistas del Norte del Nuevo Santander 2012. Impreso en Río Bravo, Tamaulipas.
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