jueves, 28 de noviembre de 2013


La Emancipación

Foto: Jesús Pérez
El 4 de Diciembre, es el Día de la emancipación en Río Bravo, Tamaulipas.

¿Por qué se celebra el 4 de diciembre?

Hay una razón legal de la celebración. Se encuentra establecida por la  Ley del Escudo de Armas y del Himno de Tamaulipas (ya le cambiaron el nombre, pero prefiero denominarla así), que establece en su:
Artículo 11.- El calendario cívico del Estado comprende las fechas señaladas a continuación:
(Y empieza con las fechas desde el 1 de enero hasta llegar al…)

* 4 de diciembre:
• Aniversario de la emancipación del municipio de Río Bravo en 1961.

¿Qué tiene de significativa esa fecha?

Es el día que el en el Salón de Sesiones del Congreso del Estado de Tamaulipas, se aprobó la segregación del Municipio de Reynosa. Que dice “La nueva jurisdicción denominada Río Bravo, Tamaulipas, que se erige en Municipio, con los poblados, ejidos y demás localidades que se encuentran dentro de los siguientes límites: Al Norte, con el Río Bravo; al Sur, con los límites de los Municipios de San Fernando y Méndez; al Oriente, con los límites de los Municipios de Valle Hermoso y Matamoros, y al Poniente, con la brecha E-105”.

Establece que a partir del primero de eneros de 1962, el POBLADO de Río Bravo, se establece como cabecera del nuevo municipio.

Que será nombrada por el Congreso, una Junta de Administración Civil que fue encabezada por Santiago Salinas.
 
En ese día se aprobó que el POBLADO de Río Bravo, el elevado a la Categoría de CIUDAD.
 
En el proyecto de dictamen, finalmente aprobado a las 12:30 horas del día mencionado, intervinieron los diputados José Elías Piña, Leonel Longoria, Venustiano Guerra y Roberto García Domínguez.

¿Por qué emancipación? Según testimonio del señor Virgilio Garza Palacios, en texto de diciembre de 1969, usa ese término y quien establece que el primer comité, se formó en el año de 1949, con don Severo Cantú Sánchez a la cabeza.
 
La década de los años cincuenta, es de todo un proceso encaminado para separar la jurisdicción de Río Bravo de Reynosa. Sin embargo, no es sino hasta el mes de mayo del año de 1958, en que se renueva la organización, estableciéndose un nuevo comité encabezado por Alfredo González Rodríguez como Presidente, Leopoldo Castañeda R. como secretario y Macedonio González Benavides como tesorero, quienes envían al Congreso de Tamaulipas, oficios solicitando que “se decrete el Municipio Libre y Soberano de Río Bravo”.

El comité se declara legalmente constituido, un 18 de abril de 1958, denominado Comité Pro Municipio Libre de Río Bravo. La integración del expediente en el Congreso de Tamaulipas, es con fecha de petición del 3 de mayo de 1958.

En diciembre de ese año, será Santos Degollado el presidente del Comité, Leopoldo Castañeda el secretario y, Simón Salinas el Tesorero.

Hay un evento interesante. Es el 31 de mayo del 59, en el que el Comité convoca a un mitin frente a la Delegación Municipal (ubicada entonces en la calle Constitución y 16 de Septiembre), donde se desconoce la autoridad de Reynosa, se nombra una Junta de Administración Civil, encabezada por Gilberto Silva Espinoza, entonces delegado Municipal.

Se envían soldados y policías desde Reynosa y se desaloja violentamente a los manifestantes, nombrando la autoridad reynosense, a un nuevo Delegado Municipal, en la persona del entonces regidor Rafael Bustamante.

En septiembre de 1959, el comité es presidido por Horacio Sierra Garza, Virgilio Garza Palacios secretario y Simón Salinas es el tesorero y serán quienes concluyan con el proceso de separación.

No todo fue miel sobre hojuelas. Hubo un grupo de riobravenses quienes no consentían con la denominada emancipación. Además, durante toda la década del cincuenta, hay un enfrentamiento (cuyos antecedentes se encuentran en la década del cuarenta y  con la riqueza del algodonero), entre el ejido y un grupo de comerciantes.

El motivo, los terrenos del centro del poblado. Que en mi opinión, es el detonante del llamado movimiento emancipador, la necesidad de los comerciantes, de apropiarse de los solares ejidales del centro que finalmente lograron obtener, tema tabú en este pueblo, polémico pero verídico, que debe ser tema de estudio.

Entre 1949 y 1960, se desatan una serie escandalosa de incendios en el pueblo, incidentes en los que fallece el comandante José Villanueva. En 1960 aparece un Comité de Defensa que con marchas y mítines protestaba contra lo que decían abusos de las autoridades reynosenses. Además estalla un movimiento campesino contra las cuotas de la SRH. En temas amables, inician los estudios para la construcción de la planta Termoeléctrica, de la CFE.

José María García Báez
Cronista riobravense.

27 de noviembre de 2013.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Toponimia de Río Bravo, Tamaulipas.


La toponimia es el estudio del origen y significado de los nombres propios de lugar

Foto:Enrique Esparzza
El nombre de la ciudad y municipio de Río Bravo, es un término descriptivo cuyo factor extra lingüístico se encuentra indudablemente en la realidad geográfica de la región. La nominación es de índole hidrológica, es decir, hidronimia, debido a que obedece a su relación con la existencia de una corriente natural de agua continua, cuyo caudal se origina en las montañas de Colorado y Nuevo México, en los EE UU y que desemboca en el Golfo de México. Esta corriente se encuentra unos kilómetros al norte de la ciudad, marca el límite del municipio y a la vez el límite internacional de nuestro territorio mexicano. Este curso o torrente es un río que para 1598 ya se conocía a su área baja como río Bravo.

La ciudad de Río Bravo originalmente fue denominada Colombres por su fundador, el accionista mayoritario de la Compañía Agrícola y en Comandita La Sauteña, el empresario español Iñigo Noriega Laso. Lo anterior, es concluyente al observar las postales familiares que se enviaban desde el poblado a la Ciudad de México, donde al reverso de éstas se puede leer Colombres. Sin embargo, el nombre actual de la ciudad y municipio, está relacionada con el ferrocarril, aunque parece que en el sitio había un rancho llamado San Francisco.

La antigua estación de bandera de 1883, del ferrocarril de vía angosta, se instaló en un lugar conocido entonces como El Crucero, debido a que en dicho sitio se encontraba un cruce de caminos. Esta estación fue denominada El Ebano, en razón de que en dicho lugar estaba un árbol de ese tipo. En 1902, al ampliarse a vía ancha el ramal ferroviario y extenderse hasta la ciudad de Monterrey, se construyó la estación de madera, que conservó el mismo nombre.

En el año de 1907, la Compañía Nacional del Ferrocarril Mexicano, tenía en la región noreste de México problemas con el movimiento de paquetería en dos estaciones, la Estación Ebano en San Luis Potosí y la Estación Ebano en Tamaulipas.

Debido a lo anterior, la empresa ferroviaria determinó cambiar de nombre a una de las estaciones, decidiéndose por la de Tamaulipas, debido a que el tráfico en la estación potosina era más activo.

Don Iñigo Noriega propuso a la Secretaría de Fomento, del gobierno federal, el nombre de Estación Colombres, que era el nombre del pueblo. Por su parte, la empresa ferroviaria propuso el de Río Bravo, que finalmente fue el aprobado por dicha secretaría.

Con el paso de los años, el uso del ferrocarril, por ser el medio de comunicación más importante de la época, hizo que las personas identificaran al lugar, más por el nombre de su estación que por el nombre del pueblo, hecho que se manifiesta con claridad en la primavera de 1913 durante la revolución carrancista, donde la crónica ofrece testimoniales en los que el poblado es conocido como Río Bravo.

En 1925, la conformación del núcleo ejidal cuya cabecera sería el poblado, reafirmó la característica de su denominación, nombrándole por sus fundadores Ejido Río Bravo.

A lo anterior, hay que añadir que en 1926 el Cabildo de Reynosa reconoció como Congregación a este poblado, lo cual no deja la menor duda sobre su reconocimiento legal por una autoridad al nombre del lugar, hecho significativo sin duda y que dio la pauta para que en el Decreto 53, publicado  el 27 de diciembre de 1961, por el Gobierno de Tamaulipas en el Diario Oficial, se conceda la emancipación de un nuevo municipio denominado Río Bravo, cuya cabecera municipal sería la Ciudad de Río Bravo.

De lo anterior, se desprende que la evolución de la nominación toponímica es bastante  interesante, cuya raíz es la designación o denominación de un objeto, en este caso la estación, para diferenciarla de otra, lo que trajo como consecuencia que el uso tradicional de identificación de la estación, se impusiera sobre el nombre impuesto al poblado por su fundador. Esta costumbre y práctica cotidiana de las personas sobre el reconocimiento de un sitio para identificarlo con claridad, hizo que de manera natural se convirtiese en nombre propio de la localidad y posteriormente, del municipio.

 

Agregado.

No es lo mismo: escribir río Bravo que Río Bravo. En el primer caso se refiere al nombre propio del río que en todo caso es Bravo, por lo que escribir Río Bravo para denominar al río es incorrecto; río debe escribirse con minúscula y Bravo con mayúscula.

En el segundo caso, lo correcto es definir si la referencia es a la Ciudad o al Municipio. En ambos casos debe escribirse Río Bravo, ambas palabas con mayúscula porque  unidas denominan un nombre propio, que no es el del río.

 

Tomado de: Monografía de Río Bravo, Tamaulipas. García Báez José María.

                    Colegio de Historiadores y Cronistas del Norte del Nuevo Santander 2012. Impreso en Río Bravo, Tamaulipas.
 
 

sábado, 23 de noviembre de 2013


EL ÚLTIMO TREN DE PASAJEROS

 



El sábado 15 de febrero de 1997, arribó a la estación de ferrocarril de Río Bravo, procedente de Matamoros,  el último tren de pasajeros que recorrería el viaje a la ciudad de Monterrey, ya que por determinación de la empresa, a partir de esa fecha se cancelaría un servicio que estuvo vigente desde el año de 1905.
 


Durante noventa y dos años el servicio de pasajeros del ferrocarril de vía ancha estuvo activo con algunas variaciones en su horario, aunque el tramo de vía angosta de Matamoros a Estación Cuevas en Camargo data de 1883.

El 15 de febrero el tren debió arribar a las 11:00 de la mañana, pero llegó a las 11:30, la última corrida del ferrocarril le correspondió a la máquina 10025 de Ferrocarriles Nacionales de México, el maquinista era Rafael Hernández Salazar, que venía acompañado un garrotero y dos boleteros quienes partieron rumbo a  Monterrey, terminando así, toda una época que inició hace casi cien años.

N de M 484 de Vepor. Museo CFE
Como colofón a el tema del ferrocarril, recordemos que durante muchos años, en plenitud de la década de los sesenta, estuvo funcionando un servicio de Autovía entre Matamoros y Monterrey, el Autovía era un tren de pasajeros alta velocidad,  que con menos vagones y con líneas finas y aerodinámicas en su carrocería, hacía su recorrido en menos tiempo, con más comodidad y con mejores servicios, servicio que fue suspendido en la década de los setenta.

viernes, 22 de noviembre de 2013


EL HURACAN BEHULA Y OTROS FENÓMENOS METEREOLOGICOS

 

Es significativo el año de 1955, ya que los huracanes “Gladis” e “Hilda”, azotaron Tamaulipas, causando graves daños e inundaciones en diversas partes de la entidad. El 24 de septiembre de 1966, el huracán Inés entra por Tampico, causando 293, pero el mortífero huracán Behula, en 1967, con sus 310 kilómetros de viento, demostraría la fuerza de la naturaleza.

Llovía desde agosto  del 67 en la frontera de Tamaulipas, la presencia de perturbaciones en el Golfo de México y el Atlántico haría que continuara el mal tiempo, la SRH ordenó se rompiera la carretera Matamoros Reynosa, a la altura de “El Juanillo” para permitir que se inundasen los vasos Control 1 y Control 2, para así enviar el agua al mar a través del arrollo “El Tigre”. Había problemas en Victoria con el río San Marcos, el 3 de septiembre el agua cortó la carretera ribereña en el vado de Camargo, las compuertas de la presa Marte R. Gómez tuvieron que abrirse en espera de más agua.

Beulah se formó el 5 de septiembre de 1967 en el Atlántico, cobra sus primeras víctimas en las islas antillanas San Vicente y Martinica, atacó República Dominicana el 11 de septiembre con vientos de 200 kilómetros, el 14 del mismo mes enfiló hacia Jamaica bajando su intensidad a 120 kilómetros, dirigiéndose al Golfo de México.

A la una de la mañana del 18 de septiembre se encontraba el ojo del huracán a 22.9 grados latitud norte, 94.7 grados longitud oeste, casi frente a Tampico, a 250 kilómetros de distancia de la costa del puerto, es decir, a unos 700 kilómetros al sureste de Matamoros y con vientos de 310 kilómetros por hora.

Los expertos advirtieron la peligrosidad de este huracán, mientras se extiendió una red de auxilio, disponiendo el ejército Mexicano, de la aplicación del Plan Nacional de Desastres, al saberse que Beulah se dirigía a Matamoros, mientras que en Tampico se ordenó la evacuación de 87 mil de sus 100 mil habitantes con que contaba el puerto en aquella época.

A las 2:00 horas del 19 de septiembre de 1967, Beulah se localizó a 25.2 grados latitud norte, 96.67 grados longitud oeste, a únicamente 100 kilómetros de Matamoros Tamaulipas.

El 19 de septiembre de 1967, azotó a la región fronteriza del estado, el tremendo huracán, entró por la cuenca inferior del río Bravo, la velocidad de sus vientos era superior a los 220 kilómetros por hora, a las 5 de la mañana se sintieron los primeros vientos en Río Bravo y cortaron la energía eléctrica, el ciclón se sintió con fuerza hasta cerca de las nueve de la mañana. Hay que anotar como dato importante, que el ojo del huracán pasó precisamente por nuestra ciudad causando severos daños e inundaciones, lo mismo que en Matamoros, Camargo y Reynosa, lo que nos dice claramente el sentido de su trayectoria paralela al río.

La magnitud del desastre fue enorme, la SRA estimó las pérdidas en 900 millones de pesos (de los de 1967), mientras que la desgracia en el campo fue de 100 mil hectáreas inundadas.

La ciudad de Río Bravo amaneció el 20 de septiembre paralizada, sus habitantes vivieron horas de angustia espantosa, vientos huracanados y lluvia obligaron a la gente a buscar refugio, mientras que todas las actividades se interrumpieron, suspendiéndose los servicios de agua y luz eléctrica.

Los damnificados en Río Bravo, según Gerardo Ballí González, presidente municipal, ascendieron a 50 mil, con una situación de emergencia por las inundaciones generalizadas, sin embargo, el problema se agravó por el peligro inminente de un aumento en el caudal de río Bravo, las carreteras estaban destrozadas, las comunicaciones interrumpidas, la escasez de alimentos y agua potable se convirtieron en un verdadero problema.

El Gobierno Federal dispuso que un respaldo de mil quinientas toneladas de víveres, ropa, medicinas, materiales para construcción, láminas a canaladas de asbesto y leche para los niños, fueran enviados por el ejército a los damnificados Tamaulipecos, sin embargo, en muchos casos la ayuda no llegó a su destino, personas inmorales y criminales dispusieron para su beneficio personal de estos recursos, hecho que indignó al pueblo.

Después del devastador paso del huracán siguió la crecida del río Bravo, se llenaron completamente las presas Falcón y Marte R. Gómez. En Río Bravo la inundación llegó hasta a la altura de la calle Matamoros en lo que actualmente es la Colonia Benito Juárez, la Casa de Ladrillo sirvió de albergue, lo mismo que lugares públicos y hasta los carros del ferrocarril, según cuentan testigos que vivieron la terrible experiencia.

El 11 de septiembre de 1970 por la noche entró a la costa de Tamaulipas el ciclón “Ella”, que afectó los municipios de Soto La Marina, Abasolo y Casas, afectando a Río Bravo con lluvias. Precisamente para 1970, Río Bravo había crecido a 71,378 habitantes y para 1980, contaba con 130,307 habitantes.

Se anota que durante los días 24 y 25 de diciembre de 1983, se abatieron sobre la mayor parte del territorio de Tamaulipas las más rigurosas heladas registradas durante nuestro siglo, con temperaturas extremas de 10°  C bajo cero, aunque se considera a la gran helada de 1985, como la temperatura más extrema registrada en la región, donde el registro alcanzó los 11°C bajo cero, precisamente cuando se suspendió el suministro de agua por el congelamiento de tuberías, algunos vehículos automotrices fueron afectados al reventarle el motor a causa del hielo, se veían estalactitas de hielo en los cables de la luz y en las cornisas de las casas.

Pero el fenómeno meteorológico más extraño e interesante sucedió la noche del 24 a la madrugada del 25 de diciembre de 2004, cuando a las once de la noche, empezó una insólita nevada en la región, una ligerísima llovizna se convirtió, primero, en escarcha y después en nieve, que cubrió de blanco a nuestra ciudad de Río Bravo.

 

22 de noviembre de 2013

 

José María García Báez, cronista riobravense.

 

 

 

jueves, 21 de noviembre de 2013


CUANDO EL BRAVO ERA NAVEGABLE

 

Es importante mencionar que en una época el río Bravo era navegable.  Por el año de 1846, los invasores norteamericanos trajeron los primeros barcos de vapor, llegando hasta Laredo en julio de 1847. Se considera que fueron 113 barcos de vapor (pequeños y de poco calado), los que surcaron por el río Bravo, estos barcos eran de los llamados “vapor de río”, “estimbote” o “packet boat”, poseían una máquina de vapor en su interior que les permitía mover una rueda de paletas de madera, horizontales, cuyo movimiento impulsaba al barco.

Su casco era de madera e invariablemente, además de la rueda de paletas, su característica principal era la chimenea que constantemente lanzaba hollín, lo que a veces era una molestia para los viajantes. Estos vapores atracaban en las márgenes del Bravo donde las condiciones se lo permitían, desde Puerto Bagdad hasta donde les era posible llegar, según las condiciones del río, servían como un excelente servicio de comunicaciones.

El primero fue el Aid que entró río arriba en 1846, el Corvette fue famoso por haber transportado a Zacarías Taylor y su estado mayor desde Matamoros a Camargo, otro fue el Mayor Brown, pero los más famosos fueron el Bessie y el Santiago.

Se estima que el 16 de julio de 1903, el vapor Bessie realizó la última de sus 285 travesías hasta Camargo, transportando pasajeros y mercancías diversas. El pequeño poblado de Santo Domingo, que se encuentra prácticamente en la ribera del río Bravo, fue el breve enlace entre La Sauteña y Puerto Bagdad, donde arribaban los pequeños barcos de vapor, en una pequeña playa del río, cerca de lo que hoy día es la compuerta de El Retamal.

 
José María García Báez
Cronista Riobravense, 21 de noviembre de 2013
 

Foto: El río Bravo, Arq.
Carlos Rugerio

martes, 19 de noviembre de 2013


LA PLAZA BENITO JUAREZ

 

El espacio físico que ocupa la Plaza Benito Juárez, fue una pequeña parte del fundo legal de El Sauto, perteneciente a don Antonio Urízar Estrada, en el año de 1781. Ubicada en el límite sur de lo que era la denominada Bolsa de Judas, era un área rica en flora y fauna, del Delta del Río Bravo.

 

Durante la fundación de Colombres y la instalación de La Sauteña, entre los años de 1895 y 1902, quedó al sureste del poblado, que se localizaba en la parte vieja de la Colonia Benito Juárez, a unos doscientos metros del límite de este. Para entonces, ya estaba construido el ferrocarril y el predio de la plaza quedó al lado sur de la vía.

 

Después de la caída de La Sauteña en 1913, pasa a formar parte de la Compañía Agrícola de Río Bravo, después de su acreedora, la Caja de Préstamos para Obras de Irrigación y Fomento de la Agricultura, SA de CV. Posteriormente el predio será parte del Ejido Río Bravo, por una Resolución Presidencial otorgada a los promoventes del mismo, con fecha del 4 de febrero de 1925, y la posesión definitiva de la tierra, es decir, la creación formal, legal, del Ejido Río Bravo, se llevó a cabo el 28 de junio de 1925, con una extensión total de 1888 hectáreas de tierra a los campesinos, quedando el predio de La Plaza, dentro de esta resolución.

 

Después de la construcción de la Escuela Ejidal Benito Juárez, quizás en el año de 1926, el predio queda al lado oriente del terreno escolar y como se verá adelante, formaba parte del predio de la misma.

 

En fecha indeterminada, el poblado empieza a crecer al lado sur de las vías del ferrocarril y durante el auge económico del algodón, en la época de los años cuarenta-cincuenta, el predio se encuentra aún fuera del poblado, pues este llegaba hasta lo que hoy es la Calle Matamoros.

 

En la década de los cincuenta, era conocida como el Parque Benito Juárez. En este se instalaban las llamadas Carpas, como la Landeros, y también los juegos mecánicos que llegaban al poblado.

 

No se conoce aún la fecha en que el Ejido Río Bravo, cedió el espacio de La Plaza a la comunidad, sin embargo, para el año de 1960, en el proyecto de la Administración del Presidente Municipal de Reynosa, Fidel Treviño González (cuando Río Bravo, formaba parte de aquella municipalidad), dentro de su plan de gobierno dice a la letra: “El poblado de Río Bravo durante el año de 1961 será dotado de un jardín público… este jardín llevará el nombre del Benemérito de las Américas, Lic. Benito Juárez…”

 

Siendo el ejidatario Regino Lozano, Comisariado ejidal del Ejido Río Bravo, entre 1961 y 1965, se pretendió por autoridades del recién creado Municipio de Río Bravo, la construcción del Palacio Municipal en el área de la Plaza Benito Juárez.

 

Hasta entonces, las oficinas de gobierno municipal se encontraban en la esquina de lo que hoy es Constitución y 16 de Septiembre.

 

Según una publicación, en la que señalan al campesino Regino Lozano Gómez (le ponen Manuel Regino), a la lideresa María del Carmen Cavazos Cerda, a don José Martínez y al dirigente campesino Crispín Reyes, como quienes encabezaron una oposición de los ejidatarios a que el palacio municipal, se construyera en una parte de la Plaza Benito Juárez y dice literalmente lo que se escribió en tal:

 

“… que todo esto lo venían orquestando José Cruz Conteras, que acababa de dejar el cargo de alcalde de Reynosa y para eso se valía de algunos ciudadanos inconformes como Carmela Escobar y don José Martínez y otros…”

 

Dicho manifiesto, sugiere que en lo particular, la señora Cavazos se encontraba bajo las órdenes o tutela de José Cruz Contreras, expresidente municipal de Reynosa dándole un sesgo de capricho y manipulación. Capricho, porque no explica ni aclara las razones de ambos bandos y manipulación, porque sugiere que la señora Cavazos y el señor Martínez estaban manipulados por el señor Contreras, lo cual no puede asegurarse ab integro, es decir, por completo.

 

Así, de entrada, la determinación de los ejidatarios pareciera injusta, sin embargo, la información de dicha publicación y el trato de los datos me parece parcial y sesgada.

 

¿Quiénes eran los promotores del Palacio Municipal? Eran políticos ligados al comercio, quienes se encontraban en cierto grado, enfrentados con los ejidatarios por conflictos en la posesión de lotes comerciales ubicados en espacios de tierras ejidales en el Centro de Río Bravo, conflicto añejo desde el año de 1949.

 

Un antecedente lo encontramos precisamente en la formación de la Liga Femenil Agrarista de Carmen Cavazos, cuyo origen se debió a que algunos comerciantes establecidos, intentaron apoderarse de aquellos espacios, por lo que las mujeres deciden organizarse para defender el patrimonio ejidal.

 

Precisamente, parte del conflicto se desató cuando un comerciante avecinado hizo lo posible por arrebatar un local de la familia Cavazos, problemática que se agudizó contra otras familias campesinas y sus posesiones, como el caso de una anciana viuda a quien intentaron despojar de su solar. Este movimiento fue encabezado principalmente por mujeres campesinas, con el asesoramiento de un abogado de Reynosa.

 

De allí que cuando el grupo político trata de construir el Palacio Municipal en un área ejidal, la oposición de los ejidatarios se hiciera patente, argumentando ser legítimos usufructuarios del terreno, y se negaran terminantemente por una razón. Ese predio era parte del terreno asignado a la escuela Lic. Benito Juárez García.

 

En 1959 se efectúa la legalización de algunos terrenos del área urbana de Río Bravo, como es el caso de la Escuela Benito Juárez y otros, reconociéndose también, el espacio de la Plaza, como área desincorporada al Ejido.

 

En el mes de Diciembre del año de 1962, siendo presidente de la Junta de Administración Civil, el señor Santiago Salinas González, se inaugura la Plaza Benito Juárez.

 

 José María García Báez

Cronista riobravense

 

Cd. Río Bravo, Tamaulipas a 19 de noviembre de 2013

lunes, 18 de noviembre de 2013


SINTESIS  DE LA HISTORIA DE RIO BRAVO

 

El Municipio de Río Bravo está en la llamada Región del Bajo Bravo; se encuentra en la última etapa de la corriente del río Bravo que es un Delta. De suelo arenoso y superficies bajas, a esta llanura se le conoce como Planicie de Reynosa.

El antecedente histórico de Río Bravo se remonta a 1781, cuando la autoridad virreinal otorga una merced de 658 sitios de ganado mayor, entre las villas de Reynosa y San Fernando, al rico español Antonio Urízar Estrada, miembro del comercio de la ciudad de México. La extensión limitaba las márgenes del Bravo al norte, el río Conchos al sur, el Golfo de México al oriente y los límites entre el Nuevo Santander y el Nuevo Reino de León al poniente. Un militar de San Miguel, Guanajuato, don Baltazar del Sauto, fue copropietario del terreno, de quien tomaron el apellido y la propiedad fue conocida como El Sauto. Después fue adquirido la familia Conde, encabezada por Mariano del Conde.

Los primeros asentamientos fueron rancherías en la región, en el sector de lo que hoy es Alacranes, el rancho El Crucero hoy Las Anacuas, el rancho San José y  Santo Domingo, el rancho San Fernando, La Mesa, y otros, comunicados por caminos de herradura o por el Camino Real que enlazaba a Reynosa con la ruta a Puerto Bagdad desde finales de 1750.

El paraje donde se asentaría Río Bravo era conocido como “Bolsa de Judas”, el encargado de El Sauto era Don Francisco Ochoa y la base administrativa se encontraba en un rancho conocido como El Soldadito, unos kilómetros al sur del ejido González Villarreal en lo que hoy es el municipio de San Fernando.

En 1888, la familia Conde inicia la venta de El Sauto, a pesar de que parte de este ya había sido vendido; como el caso del terreno a los colonos que fundaron Matamoros. En el año de 1883, se construyó el ramal del Camino de Fierro de vía angosta, Matamoros-San Miguel. En el tramo relacionado con Río Bravo, se instaló en un lugar conocido como El Ebano, una  estación de bandera llamada Ebano, antecedente de la Ciudad de Río Bravo.

En 1894, la familia Conde termina de vender El Sauto, a una sociedad de españoles encabezada por el millonario Iñigo Noriega Laso, denominada La Sauteña, un proyecto capitalista de agricultura, ganadería, industrialización, comercio y colonización. Después, Noriega fundó Colombres, hoy Río Bravo,  junto a la estación Ebano con 50 colonos.

La Sauteña fue un gran proyecto empresarial. Se construyó en Colombres un gran edificio administrativo de ladrillo de tres plantas, instalaciones diversas como; casas para los trabajadores, una escuela, una torre meteorológica, edificios anexos para diverso fin, un campo experimental, pozos artesianos, además de teléfono y telégrafo.

Se trajo maquinaria para la construcción de canales y represas, amén de toda una estructura que administraba los ranchos de la propiedad y el gran proyecto de colonización, que contemplaba traer cinco mil colonos europeos y un ferrocarril interior denominado Ferrocarril de la Compañía de Colombres, además de un puerto en el Golfo de México.

Este gigantesco proyecto empresarial se derrumbó el 11 de mayo de 1913, con el arribo de las tropas constitucionalistas encabezadas por Lucio Blanco Fuentes, procedente de Coahuila quien, al mando de 350 hombres, la mañana de aquel día y año, tomó La Sauteña.

Las tropas permanecieron hasta el 31 de mayo, tiempo en el que se fortalecieron hasta con 1500 hombres bajo el Estado Mayor de Francisco J. Múgica, fecha en la que parten a tomar la plaza de Matamoros, que cae cuatro días después.

Luego, hay un hueco histórico que denominé La Etapa del Silencio, pues no hay referencias históricas sino hasta 1924, cuando se inicia una solicitud de tierras que cristalizará un 28 de junio de 1925, con la resolución presidencial que dará vida al ejido Río Bravo.

En 1926 Río Bravo pertenecía al municipio de Reynosa, año en que las autoridades municipales le otorgan el carácter de Congregación. Para la década de los treinta, hay un pálido movimiento con los repatriados, quienes en número ínfimo, se integran al poblado.

Por el año de 1948, arriba al poblado un campamento de trabajadores de la Secretaría de Agricultura, procedentes del embalse de El Azúcar, en Camargo, Tamaulipas. Quienes arriban sobre las obras hídricas, como el Canal de Anzaldúas que se inició en 1949, que marca una época de prosperidad con el auge del algodonero.

Según testimonio de don Virgilio Garza Palacios, por el año de 1949, se inicia un proceso para separar Río Bravo de Reynosa, estableciéndose un primer comité para tal fin en el año de 1949 y encabezado por don Severo Cantú Sánchez, quienes hicieron gestiones al final del gobierno del gobernador Raúl Gárate Legleu en 1949 y después con el gobierno del Lic. Horacio Terán Zozaya en 1952, año en que la región territorial de lo que hoy constituye nuestro municipio, arrojaba un censo de 14 mil habitantes.

El 18 de abril de 1958, según archivos del AGEHT, se reactiva nuevamente el movimiento emancipador, constituyéndose un nuevo comité, siendo gobernador el doctor Norberto Treviño Zapata. Se denominó “Comité pro Municipio Libre de Río Bravo”, su lema “Libertad y Patriotismo”, fungiendo como presidente Macedonio González Rodríguez.

Un nuevo comité se forma en ese mismo año, según el AGHET, siendo encabezado por Santos Degollado, que continúa con el movimiento emancipador. Sin embargo, desde 1950 existía un conflicto entre comerciantes asentados en solares pertenecientes a los ejidatarios, que se agudizó durante el movimiento emancipador, debido a que los líderes del movimiento y miembros de la Cámara de Comercio, pretendían quedarse con esos terrenos.

El movimiento entró en crisis el 31 de mayo de 1959, cuando el comité desconoció a la autoridad de Reynosa, convocaron al pueblo y tomando la Delegación Municipal. El comité nombra un gobierno riobravense, una  Junta de Administración Civil encabezada por el entonces delegado municipal Gilberto Silva, lo que provoca que al día siguiente, sean desalojados violentamente por policías y soldados del 11 Regimiento, de Reynosa.  

En septiembre de 1959, el presidente del Comité, era Horacio Sierra Garza. El gobernador Treviño Zapata ordenó que no se ejerciera acción penal contra los participantes en la toma, trasladándose el 20 de octubre de ese año a Río Bravo, donde concedió audiencia a los miembros del Comité, ante quienes estableció condiciones para apoyan la emancipación la más importante era la legalización de los solares ejidales ocupados por los comerciantes.

Con anuencia del Gobernador, se formó el último comité, el 21 de abril de 1961 y, según don Virgilio Garza Palacios, don Eliseo Cantú fungió como presidente del mismo.

Finalmente, el 4 de de diciembre de 1961, el Congreso de Tamaulipas aprueba un punto de acuerdo en el que aprueba el Decreto 53, donde “La jurisdicción de Río Bravo se erige en Municipio… a partir del 1 de enero de 1962, el poblado de Río Bravo se constituye en Cabecera del Municipio y se le concede la categoría de Ciudad con el nombre de CIUDAD RIO BRAVO”.

 

Cd. Río Bravo, Tamaulipas a 11 de noviembre de 2013

 

 

José María García Báez

Cronista riobravense